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Vinos Frikis? en serio?

  • Foto del escritor: Jhontxu Nsand
    Jhontxu Nsand
  • 9 jun 2019
  • 5 Min. de lectura





Voy a empezar dejando muy claro que no soy un sommelier ni si quiera un entendido de vinos. No sabía vender vinos, no sabía recomendar, no tenia una técnica para poder llegar a entender los gusto de la gente y poder recomendar un buen vino, hasta que llegó él. Ese personaje que ha ido dando de que hablar, con una curiosa forma de hablar y palabras o jergas de antaño, que quizás solo usen actualmente los abuelos. El Perolas ha sido la persona quien me ayudó a mejorar mi forma de vender como si fuera un experto...a sabiendas que entre gusto y colores no hay autores, a sabiendas de que quizás no hay vino malo si no mal maridado, a sabiendas del respeto por los gustos de los comensales poder ofrecer algo diferente y engancharlos contándoles situaciones de la realidad actual.


Recuerdo que tuve muchos problemas para recomendar un vino cuando los clientes me lo pedían de esta forma: Dame un vino rico!!! Aquí muchos metíamos la pata, intentando dar el vino más caro. No siempre el vino más caro puede ser rico, no te da un 100% de seguridad de que le pueda gustar al cliente. Tampoco el vino que más bebe la gente te puede asegurar a ciencia cierta si es de su agrado.


Detrás de la barra aprendimos quienes sabían o no sabían de vino. El que sabía miraba la pizarra y te lo pedía con la más humildad posible, te lo devolvía casi entero si no le gustaba, no alardeaba de lo que sabía o te decía de forma discreta que el vino estaba picado sin escandalizarse por nada, los pozos o sedimentos de la copa no le importaban, sabía que un vino de esas característica podría estar bien y que aquellos sedimentos es lo más natural en un vino correcto.


Entiendo que mucha gente ya sabe que vino le gusta, siempre pide el mismo, esta acostumbrado a ese sabor. Pero si el vino viene de un tipo de tierra, ese año no llovió como debía, o no salio el sol, el clima fue diferente al año anterior...¿por qué el sabor del vino sigue siendo el mismo?


El Perolas, acostumbrado a sorprender a la gente cono sus catas, fui participe de una de ellas, muy privada, 12 personas en el Hermoso Palacio de Zuasti. Estábamos citados a las 21 horas, pero la gente ya tenia muchas ganas de probar estos vinos frikis, que en un momento El Perolas dudó en llamarlo así, por que no tienen nada de frikis, solo que sus aportes en aroma y sabor son inusuales en un vino y que no están modificados químicamente.


Creo que este grupo de gente adulta y con dos dedos de frente habíamos llegado a la conclusión casi por unanimidad de que un vino nos tiene que dejar un recuerdo. Eso sí, algún famoso dicho que aprendí por allí que decía: "no hay una segunda oportunidad para una primera impresión" en el caso del vino se les da hasta tres, así que todos evolucionaban en cada sorbo, en cada giro de la copa. Uno no convenció mucho, pero por que creo que íbamos como etiquetados de que iba a ser algo friki.


El Perolas empieza sacando un vino de pomelo de la marca Tarongino, Valenciano total...todo cítrico con un pequeño toque amargo que se desvanecía rápidamente. El Perolas recomendaba maridarlos con Alcachofas o Espárragos. Para mí un vino muy ácido de beber, difícil de encontrarle maridaje, pero que sorprende totalmente, es algo que no te esperas. En aroma pues todo lo que corresponde a una fruta cítrica.





Seguí la noche y prometía más. Nos sacó otro vino que no tenía pergamino, estaba el pico de la botella envuelto en cera de vela. Un vino que nos dio muchos aromas a mi en particular a grosellas y quizás regaliz pero con mucha complejidad, no sabíamos si era rosado o tinto. En boca perduraba pero sin ser astringente y pasado por barrica. Es un vino que nace entre Jaca y Huesca y parece ser que solo existen 300 botellas...actualmente menos. Nos cuentan que el dueño de la bodega, con un espíritu emprendedor sin igual, viste de los más sencillo y de profesión herrero o artista de las joyas, ha tenido como afición hacer un vino único en su especie.


La cosa se iba a poner más reñida, cuando nos sacan un Vino de Castilla y León, Casteló Nouveau. Una semi maceración carbonice que despilfarraba mucha fruta y aromas, servir mejor frío y es fácil de beber...muy versátil, se podía vender tranquilamente en la barra de un bar o de un restaurante.


Este vino lo encontraremos próximamente en la barra del Palacio de Zuasti.




Hubo un vino que dio mucho que hablar, por que no nos decía nada en sabor, pero en aromas conquistaba, muy ligero de beber y parecían vino de iniciación par aquellas personas que no lo toleran, nos podríamos beber unas 4 botellas por lo fácil que era beberlo. Eso sí hay que darle la oportunidad al pasar el rato, ya que se pone más bueno todavía. Y es Navarrico, siendo única en su especia por pasar por una maceración carbónica y luego por una congelación de -10ºC. Estamoooos muy locos!!!!




Luego nos ha llevado a tierra sureñas de Almansa, donde nos presentó un vinazo!!! con un cuerpo interesante, cosechado en piedra caliza y muy particular en lo suyo. Mata Mangos Nostrum 2015. Un vino espectacular.




Cuando pensábamos que ya lo habíamos probado todo, va el tío y nos saca un billete a Lanzarote, un vino que nos metió un viaje a esas tierra volcánicas, un pestazo a azufre, a ahumado, a aromas que no se detectan en vinos normalmente. Cosechado en tierras volcánicas no hay mucho más que decir, pero está buenísimo para acompañar con carnes a la parrilla. Pocos hemos tenido la suerte de beberlo.





Como les dije antes, no soy un entendido, he dado mi humilde y escasa opinión de estos vinos originales, diferentes, frikis o como queráis llamarles.


Sólo sé que cuando algo genera morbo, se vende como pan caliente y creo que esa es la clave del éxito.


Pido disculpas por no haber presentado un video de la cata, habían personas que preferirían mantenerse en el ámbito privado. Y El Perolas, me debe una entrevista ya que terminamos muy tarde y estábamos ambos muy agotados. Agradecer el servicio de Javi el que corta el bacalao en el Palacio de Zuasti, que nos sorprendió con unos picoteos riquísimos y un fascinante guiso de Buey.






Y antes de que se me olvide, el Perolas nos sorprendió con dos vinos de autor. Lo decimos así por que los modifico químicamente. Y estaban ambos cojonudos...aunque uno de ellos al comienzo no se dejaba beber. Pero el objetivo de la cata de su vino de autor estaba muy claro. Cualquiera que sepa usar internet y compre algún químico para modificar aromas y sabores a los vinos corrientes de caja o fuera lo que fuera, y luego lo embotelle en vidrio y le ponga una etiqueta original...no quiere decir que sea un vino sincero. Sincero en su añada, en su clima, en su tipo de uva.


Recalco que deberíamos hacer más hincapié a nuestros gustos y buscar nuevas alternativas con bodegas pequeñas, familiares, de producciones pequeñas. Sabréis la diferencia. Espero les haya gustado y cualquier pregunta ya sabéis. Les ayudaré en lo que pueda. Nos vemos en los bares frikis !!!


 
 
 

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